Llego la primavera, escapada en septiembre!!! Este viaje nos lleva a las tierras de Urquiza "Viva el Gobernador".
Los paisajes con los que nos recibe esta tierra fertil nos sorprende con sus bañados, su diversa fauna y obviamente con mucha agua ya que se encuentra entre-ríos...!
Llegamos al Parque Nacional El Palmar un sábado a las cinco de la tarde, dato no menor ya que no habíamos aún almorzado y, previsores como somos, decidimos armar la carpita antes de prepararnos lo que parecieron las galletitas con paté más ricas de la historia. Por supuesto que para aquel entonces Saba estaba semi-descompensada y no entiende cómo hizo para participar del armado de la carpa, quedó tan como sólo un recuerdo borroso cual sueño mal dormido.
Cuestión que al finalizar nuestro rústico pero delicioso almuerzo decidimos salir a conocer un poco y, cuando estabamos ya emprendiendo la retirada hacia la carpita nos llamó la atención una suerte de animalejo mezcla de chancho+hipopótamo+rata gigante...quienes lo hayan visto quizás coincidan con nosotros: nada menos que un enorme carpincho que, habituado a la presencia del humano, se quedó lo más pancho comiendo su tentempié de pasto mientras nos acercabamos con la cámara totalmente asombrados.
Esa mismísima noche luego de unos deliciosos patis a la parrilla disfrutamos de otra visita inesperada. Estabamos sentados en un tronquito cuando notamos unos movimientos sospechosos...al alumbrar con la linterna nos encontramos con lo que nos pareció, en aquel momento, un adorable grupo de animalitos que se acercaban a manguearnos simpáticamente un poco de comida. Estos animalitos eran otra vez una mezcla: de mapache+conejo+nuevamente rata gigante----->el resultado de esta combineta se llama Vizcacha y es el bicho más denso que se les pueda ocurrir, se te acercan en manada de como 10, no se asustan con nada y tienen olor a rata apestosa. Por supuesto que, cuando nos dimos cuenta de esto, nos tenían rodeados y tuvimos que recurrir a todo tipo de artimañas para convencerlos de que, no, no somos sus amigos aunque los alimentamos, ¡¡Juiiiira rata!!
El Palmar nos encantó, y fue muy generoso en mostrarnos su variadísima flora y fauna, vimos de todo: lagartos overos, tortugas de río, pájaros de todo tamaño y color, una mulita y hasta una dudosa serpiente...dudosa porque estabamos muy al estilo Indiana Jones explorando por entre la vegetación cuando apareció la muy pícara...se hizo la muertita y nosotros velozmente salimos por donde habíamos entrado... siempre tendremos la duda de si era o no una Yarará(para los que no saben, venenosa).
Luego de la tercera noche en el Palmar salimos nuevamente a la ruta encaminados a otro Parque Nacional: el Pre-Delta. En el camino Ari, que podría perfectamente dedicarse a guía de turismo-ProEcology, nos había planificado una parada por el palacio de Urquiza. Realmente es sorprendente encontrarse con semejante magnanimidad en medio de la nada...solo para darles un ejemplo: el muy fashion Gral. Urquiza construyó una tremenda laguna para sus 23 hijitos legítimos, de nada menos de 5 metros de profundidad x 2 cuadras de diámetro. Y para rematarla se armó un barquito a vapor que luego su viuda utilizó para exportar bienes en el río de la Plata! Realmente increíble. Fue muy disfrutable pasear por ese museo, recomendable.
Seguimos nuestro camino hacia el Pre-Delta...teníamos la intención de hacer noche en Diamante, un pueblo cercano al parque. Pero al ver lo que era el camping y los hoteles a disposición hicimos un brusco cambio de planes y decidimos ir a ver si podíamos acampar directamente en el parque. Llegamos como a las 18.30, ya estaba empezando a oscurecer y nos recibió una guardaparque, quien nos informó que podíamos acampar ahí PERO: hay Yarará, las Yarará son venenosas(Saba no sabía), hay ratones, los ratones podrían tener Hantavirus, hay otro tipo de serpiente, que es tipo boa constrictor que cuando te quiere asustar hace tipo cobra("no creo que les haga nada"!), el agua no es potable, no hay agua caliente y, para rematarla, la madera disponible no sive para hacer asado. Mmmmm, sospecho que no tenía muchas ganas de que nos quedaramos, no? Y como Ari es bien intrépido me convenció de plantar carpa ahí mismo, y fue un golazo. Es realmente hermoso amanecer en medio de la naturaleza en todo su esplendor, los cantos de los pájaros te estremecen y hacen que todo sea más disfrutable.
Y así fue como finalizó nuestro segundo viaje por los parques nacionales de nuestra querida Argentina. Otra vez nos sorprendió la belleza y la diversidad que tenemos ahi tan cerquita al alcance de la mano...por supuesto que ya volvimos soñando con nuestra próxima aventura, pero eso ya quedará para más adelante.
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